Desafío, trayectoria y belleza

Angely Gutiérrez Alvear, reconocida como una de las especialistas líderes en micropigmentación en el país, no solo ha dejado una marca significativa en el mundo de la belleza, sino que también ha establecido un referente de excelencia con Makala, su estudio y academia. Más allá de ofrecer innovadores tratamientos para cejas y pestañas, Makala se destaca por su compromiso con la formación de profesionales destacados en el campo. En esta entrevista, Angely comparte los desafíos y logros que han moldeado su trayectoria hacia la cúspide en el competitivo ámbito de la belleza.
Entrevista: Camila Hurtado
Fotografías: Jorge Guadalupe
Actualmente, eres una de las empresarias más importantes en el mundo de la belleza, ¿cómo decidiste ingresar a este rubro?
Siempre quise poner un negocio relacionado con la belleza porque, como mujer, sé lo importante que ello es para nosotras. Maquillarnos, pintarnos, arreglar nuestras cejas o cabello es algo que va más allá de lo superficial; nos brinda una sensación de bienestar y confianza. Elegí dedicarme a las cejas y pestañas porque me di cuenta que el mercado carecía de profesionales con formación y experiencia sólida. Entonces, me dediqué a fondo a estudiar esta parte del rostro, leí mucho, viajé a diversos países y probé infinidad de técnicas hasta alcanzar un nivel de especialización que me permitiera ofrecer a mis clientes un servicio de calidad y verdaderamente innovador.
De hecho, los viajes han sido una parte fundamental en tu crecimiento como empresaria, ¿qué enseñanzas has obtenido de estas experiencias?
Para mí, es fundamental hacer las cosas bien. Por eso, después de estudiar en Perú, decidí dar el salto a Brasil, un país que destaca en el mundo de la belleza. Allí me sorprendió el alto nivel de profesionales en este rubro y la falta de algo similar en mi país. Así que me lancé a formarme en lugares como Estados Unidos, México, Brasil y Colombia. Y continúo haciéndolo porque sé que esa es la clave para destacar.
Makala se fundó como un estudio de belleza, con un enfoque más amplio y profesional. ¿Por qué decidiste optar por este modelo de negocio?
Porque quiero dar un servicio realmente completo. No quiero tener el típico negocio en el que solo te enfocas en tener más clientes, vender más y olvidas el verdadero valor de tu profesión: cambiarles la vida
a las personas, hacerlas sentir bien consigo mismas. Y por eso en Makala ofrecemos diseños de cejas hechas a medida, tomando en cuenta lo que la cliente quiere e intentando comprender sus dudas y exigencias. Para mí es una recompensa incalculable ver sonreír a mis clientas cuando finalizan algún tratamiento.

Si nos remontamos un poco atrás, ¿cómo fueron tus comienzos en Makala y cuáles fueron los principales desafíos que enfrentaste?
¡Oh, los recuerdo perfectamente! En ese entonces, no tenía muchos estudios ni experiencia, pero tenía una visión clara: quería ofrecer servicios profesionales de cejas y pestañas. Así que coloqué un pequeño cartel en mi casa y, ¿sabes qué?, solo conseguí a alguien para hacer pestañas. A pesar de mi inexperiencia, decidí tomar las riendas y comenzar, mientras seguía formándome. Con el tiempo, esa tarea se convirtió en una gran pasión. Pero déjame decirte que todo esto no hubiera sido posible sin el apoyo incondicional de mi esposo. Cuando vio mi determinación y mi entusiasmo por aprender, me prometió su respaldo y continúa haciéndolo. Tener el apoyo de tus seres queridos es crucial si quieres alcanzar tus sueños.

Entonces, ¿cuál crees que es el valor añadido que ofrece Makala en el mundo de la belleza?
Para mí, es evidente. No se trata solo de proporcionar un servicio básico de cejas y pestañas, sino de brindar
una experiencia completa. Cuando una clienta llega, mi objetivo es conocerla, entender qué busca, qué le gusta, y superar sus expectativas. Claro, nos esforzamos por ofrecer un servicio de calidad, pero también nos importa cómo se sienten. Es justamente por ello que decidimos abrir la academia de Makala, para formar a futuros especialistas en cejas y continuar expandiendo el trabajo de calidad que iniciamos. Queremos que este rubro se enriquezca.

Tu constante formación te llevó a convertirte en la única peruana certificada como maestra en la técnica bold brows. ¿Qué significa eso para ti?
Cuando recibí el reconocimiento de la prestigiosa Phi
Academy, fue increíble. Más allá del premio en sí, sentí que era el resultado de mi esfuerzo, dedicación y de esa inquietud constante que siempre me impulsa a ir más allá. Aún recuerdo esos momentos de duda, cuando pensaba que no tenía talento y quería rendirme, ¡pero por suerte aguanté! Incluso después de este logro, sigo estudiando porque sé que para ser la mejor nunca hay límites. Por ejemplo, en este momento estoy sumergida en un máster en cejas Shadow, una técnica de microblading en máquina que es súper innovadora y funciona para todos los tipos de piel. Actualmente, solo hay diez expertas en el mundo y mi objetivo es ser una de ellas, además de poner en alto el nombre de Sudamérica en este campo.
Como centro de estudio, Makala se ha convertido en un semillero de profesionales, ¿cómo ha sido el crecimiento durante estos años?
Ha sido realmente gratificante. Cada vez que estoy enseñando, me transporto a mis días como alumna y revivo esas mismas emociones que experimenté cuando tomé mi primera clase de cejas y me enamoré de esta profesión. Esa pasión es lo que intento transmitirles a mis alumnos. Hasta el momento, hemos graduado siete promociones y hemos formado a casi 300 alumnos. Muchos de ellos están trabajando en los centros de belleza más reconocidos en Perú y el extranjero. Y yo me siento sumamente orgullosa de ello.
Como docente en técnicas de micropigmentación, ¿cuál crees que es la lección más valiosa que quieres
dejarle a tus alumnos?
La perseverancia, sin duda. Sé que los estudios son buenos, pero no por eso somos expertos. Lo que nos convierte en los mejores es la práctica constante. Al principio habrá baches. Nadie nació sabiendo. A veces nos irá bien, otras mal, quizás nos atascaremos y nos darán ganas de tirar la toalla, pero yo también quise hacerlo y si lo hubiera hecho, no estaría enseñando a tantos alumnos exitosos.

Además, tengo entendido que los cursos que impartes vienen con una certificación internacional, ¿verdad?
Exacto. Los cursos que ofrecemos cuentan con una certificación internacional otorgada por Phi Academy, una de las academias más prestigiosas a nivel mundial, que es donde me formé y obtuve el título de máster. Obtener una certificación de este calibre es fundamental para aquellos que quieran destacar en el mundo de la belleza.
Como mujer empresaria, ¿cuál es el sueño que te falta por cumplir?
Mi gran meta es convertirme en Grand Master, el máximo reconocimiento en este campo. Lo que más valoro de ser parte de la academia es sentir ese respaldo, especialmente cuando muchas clientas confían en mí al saber que soy maestra y también enseño. Lograr esto ha sido un verdadero desafío. He invertido tiempo y esfuerzo en formarme en varios países, recibiendo enseñanzas de diferentes maestros. Sé que alcanzar el título de Grand Master no será fácil, pero estoy decidida a ser fuerte y perseverar hasta lograrlo.
¿Has pensado en la posibilidad de expandir Makala o tal vez considerar franquicias?
¡Claro que lo he pensado! Y, si todo va bien, podría lograrlo este mismo año. De hecho, he pensado que una vez que obtenga mi certificación como máster en la técnica de shadow, también podría impartir clases en otros países. Al menos, empezaría por aquellos de habla hispana, ya que todavía estoy aprendiendo inglés. Finalmente, yo sé que todo es posible con amor, dedicación y perseverancia.
Para los que desean saber más de Makala, pueden visitar sus redes en Instagram y Facebook @makala_paginaoficial
Teléfonos: 960 730 406 / 01 408 0139
